Seguramente si hablamos de que es lo que menos nos gusta de nuestra casa, de cuál es el mayor foco de conflictos y que es lo menos agradecido de ella. La mayoría estaríamos de acuerdo sin dudarlo; las tareas de la casa.
Pero precisamente son ellas, las encargadas de que nuestra casa no entre en caos y que nuestra casa sea un hogar.
Todos hemos realizado más tareas domésticas durante los meses del aislamiento, pero la repartición no ha sido equitativa.
La mayoría de las veces inconscientemente, se declara que las tareas de cuidado de los hijos, como también, las labores domésticas, estén radicadas en las mujeres.
La familia, cualquiera sea su conformación, es el núcleo fundamental de la sociedad.
Es ahí donde se educa, se aprende, se crea conciencia. También es en ese espacio en que se instalan las creencias de lo que deben ser y hacer los hombres y las mujeres.
Trabajo doméstico y cuidados
Según el estudio, acompañado con el análisis de ONU Mujeres, la crisis sanitaria ha hecho claramente visible el hecho de que las economías formales del mundo y el mantenimiento de nuestras vidas diarias se construyen sobre el trabajo invisible y no remunerado de mujeres y niñas. Por ejemplo, respecto de las horas semanales dedicadas a realizar tareas domésticas tales como cocinar, hacer aseo y lavar ropa: Mujeres dedican 9 horas semanales más que los hombres.
“Si bien durante la crisis la participación de los hombres en tareas domésticas incrementó un poco, su ausencia en las tareas de cuidado de niños, niñas, adultos mayores y personas enfermas, dan cuenta de la importancia de fomentar enfoques colaborativos y corresponsables en lo que respecta a sus roles en el hogar”, explica ONU Mujeres.
En América Latina, las mujeres pasan tres veces más tiempo que los hombres en tareas de cuidado no remunerado.
Si los más pequeños ven que los más mayores hacen las tareas de la casa por igual, sin protestar, equitativamente, con una sonrisa y sin malas caras, ellos responderán actuando de la misma manera.
Mi recomendación es conversar este tema en familia, o antes de ir a vivir juntos, delegar y repartir las tareas en forma equitativa es la mejor forma de convivir.
1. Repartir las tareas equitativamente, y según las capacidades de cada uno.
2. Organización de tareas: Es una buena idea realizar un pequeño horario flexible. Si todos ayudamos, habrá más tiempo para el ocio para todos y todas
3. Cada uno se debe ocupar mínimo de mantener ordenado y limpio su espacio personal.
4. Las tareas de la casa pueden ser una actividad familiar de unión y aprendizaje.
El orden se mantiene entre todos.
¿Por qué deberías organizar las tareas de la casa y cómo hacerlo?
Porque dar orden y organización hará que les dediques el tiempo necesario, ni un minuto más.
Porque planificar y organizar, conseguirá que impliques a todos los miembros de tú familia
Porque si tienes ayuda externa, conseguirás sacar el mayor rendimiento y beneficio a su ayuda. Optimizará su tiempo en las tareas importantes, esas que no podemos hacer y son necesarias.
Y porque no quieres utilizar tú tiempo de ocio en limpiar. Con planificación y organización se acabarán los maratones de limpieza el sábado y domingo.
Un Abrazo
Jeannette
Consultora de Orgnizacion de Espacio y coah de orden.
Fundadora de Hogarnizarte
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